Edgar Morin, filósofo y sociólogo francés y miembro de honor de la FACM, realizó el 26 de junio una entrevista para Radiofrance, donde presentaba su nuevo libro “Encore un moment”. Se trata de una fascinante colección de textos personales, literarios, históricos y filosóficos. Recurre a sus inmensos conocimientos, acumulados a lo largo de un siglo de vida, para interrogarse sobre la complejidad de la realidad, y reflexionar sobre el futuro de nuestra sociedad humana. A sus 102 años, la curiosidad de Edgar Morin por el mundo y la humanidad sigue siendo incomparablemente viva y contagiosa.

En la misma entrevista, no sólo habló de su nueva publicación y de lo que esta supone para él, sino que invita a reflexionar sobre el sentido de la vida y de la muerte, dando su visión específica y concreta de lo que ha sido su recorrido biográfico, desde un tono entusiasta y sobre todo muy alegre. A su edad, es toda una muestra de ímpetu y fascinación por los placeres del mundo, los sentimientos humanos y las pequeñas y grandes cosas, que la vida nos brinda.

¿Vivir es pensar?
Edgar Morin: “Entre otras cosas, vivir es sentir, amar, emocionarse, entristecerse… Vivir es una mezcla de factores, afectividad y actividad cerebral permanente”.

Recordando aspectos de su vida – en la entrevista para el medio francés – contaba los momentos tan complicados y desafiantes de superar que ha tenido que sobrellevar para sobrevivir en muchos casos, como, por ejemplo, durante sus años de resistencia durante la segunda guerra mundial:

En aquella época nunca tuvo miedo a morir. Él y sus compañeros del movimiento de resistencia estaban tan decididos a derrotar al nazismo que la muerte o la vida no importaban, dice en su libro.

“Tomé enormes precauciones para evitar que me siguieran, para mantener mi casa en secreto. Sabía que me jugaba la vida. A pesar de ello, me sentía bien conmigo mismo y feliz de cumplir con mi deber. Vivía en una fraternidad y en una esperanza. Eran días en los que el miedo no era más que un elemento secundario, que se superaba constantemente”.

Con los acontecimientos de este tipo, que vivió desde su juventud, e incluso antes, gran parte de su vida como filósofo, la dedicó a preguntarse y reflexionar sobre el sentido de la vida. Desde una postura humanista, comprende que este sentido es único y global para el género humano:

“Aunque me sentía francés, europeo, también me sentía vinculado al mundo, al destino de toda la humanidad en una aventura cada vez más increíble, improbable e incierta. Mi misión es intentar comprender lo que puede ocurrir, mostrar los riesgos que corremos. Curiosamente, a mis 102 años, me siento más motivado que nunca porque vivimos circunstancias particularmente terribles”.

Entrevista completa en Radiofrance: Entrevista de Radiofrance a Edgar Morin